Historia clínica detallada: antecedentes menstruales: irregularidades, amenorrea, oligomenorrea.
Exploración física: evaluación de signos de hiperandrogenismo (hirsutismo, acné, caída de cabello).
Ultrasonido ginecológico (transvaginal o abdominal): Patrón poliquístico (≥ 20 folículos por ovario de 2-9 mm o volumen ovárico > 10 cm³).
Estudios de laboratorio: perfil hormonal, perfil metabólico, prolactina, TSH y T3/T4 (descartar alteraciones tiroideas).
Diagnóstico diferencial: hiperplasia suprarrenal congénita, síndrome de cushing, hiperprolactinemia, hipotiroidismo.
Mayor precisión diagnóstica: Permite una mejor visualización de los ovarios en comparación con el ultrasonido abdominal.
Detección temprana del patrón poliquístico: Identifica ovarios con ≥20 folículos de 2-9 mm o con volumen ovárico >10 cm³.
Evaluación en tiempo real: Posibilita una exploración dinámica de los ovarios y el útero.
No requiere preparación extensa: A diferencia del ultrasonido abdominal, no exige vejiga llena.
Ayuda en el diagnóstico diferencial: Permite descartar otras patologías ováricas como quistes funcionales, endometriosis o tumores.
Mejora el seguimiento del tratamiento: Monitorea la respuesta ovárica a medicamentos para la ovulación.
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