Historia clínica detallada: síntomas actuales, duración de los síntomas, antecedentes ginecológicos, estilo de vida, antecedentes de infecciones vaginales, relaciones sexuales.
Examen Clínico Ginecológico: Examinar la vulva y la piel circundante en busca de irritación, eritema o lesiones.
Examen con espéculo: Inspección de las paredes vaginales y el cuello uterino para evaluar secreción, inflamación o lesiones visibles.
Examen bimanual: Evaluar el tamaño, forma, sensibilidad y movilidad del útero y los ovarios.
Pruebas Diagnósticas de Laboratorio: microscopía directa, pH vaginal, test de aminas (Whiff Test), cultivo microbiológico, pruebas moleculares (según necesidad), PCR para ETS.
Diagnóstico Rápido y Personalizado: Permite identificar signos físicos específicos de infecciones como candidiasis, vaginosis bacteriana o tricomoniasis.
Toma de Muestras para Pruebas: Facilita la obtención de secreciones vaginales para análisis microscópicos, cultivos o pruebas moleculares.
Evaluación Integral de la Salud Ginecológica: No solo diagnostica infecciones vaginales, sino que también puede detectar otras afecciones ginecológicas como lesiones cervicales, masas pélvicas o irritaciones crónicas.
Prevención de Complicaciones: Identifica infecciones en etapas tempranas, lo que reduce el riesgo de complicaciones como enfermedad inflamatoria pélvica, infertilidad o transmisión de ETS.
Comunicación Directa con la Paciente: Facilita la educación y orientación sobre higiene íntima, prevención de infecciones recurrentes y autocuidado.
Económico y Accesible: Es un procedimiento de bajo costo que puede realizarse en el consultorio con equipos básicos como espéculo, microscopio y reactivos simples.
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